Es difícil perdonar que, en recientes visitas a lugares
hace tiempo cercanos, entrañables, podamos constatar cambios que nos duelen
como si nos los hubieran imputado. Y sin habernos avisado ni pedido permiso. Aquel
bar/cafetería, aquel paseo con árboles, aquel cine…, como ocurrió con los
Renoir cuando nos los quitaron sin anestesia.
El éxito de
Interview fue el destape, pero no
sólo el de los cuerpos sino el de la corrupción, desnudando al país entero.
Ahora caen
por su peso Interview y Tiempo, ambos del Grupo Zeta, que
publicados desde 1976 y 1982 acumulan pérdidas de 7 millones en los últimos cinco
años. Los 26.000 números de tiradas actuales contrastan con el millón de
ejemplares en el año 76, con una media anual de 600.000. Caen, pues, por muerte
natural. R.I.P. Es el precio del cambio, por otra parte necesario para poder
desarrollarnos. Pero no podemos quedarnos en la añoranza, the show must go on.
Su lápida
será su propia web que permanecerá abierta in
memoriam. Juan Cruz la definió como metáfora ilustrada del cuento
escandinavo del rey desnudo. “Despedir periódicos, se despide el periodista, es
despedirse de épocas”.
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