Noticia, puesta al día: Carmen, la de Bizet, termina
pegándole un tiro a su maltratador (aplausos y abucheos en Florencia donde la
ópera acabó con un final contrario a la versión original del autor).
Pregunta: hasta qué punto hay que respetar
el texto original? Supongo que, en principio, sí, hay que respetarlo. Pero si en
su nueva representación se quiere adaptar la obra a los nuevos tiempos, avísese
al espectador para que no se llame a engaño.
Me viene a
la memoria el caso de la Sagrada Familia en Barcelona o del Partenón en Atenas. Por más que se intente reconstruirlo lo más
parecido posible al original, ni los arquitectos actuales son Fidias, ni los
espectadores somos griegos del siglo V adne., ni los materiales son los mismos,
ni los valores, ni las expectativas, ni la sociedad que lo visita y lo contempla…, por lo que el resultado no podrá en ningún
caso ser satisfactorio. Estoy de acuerdo, pues, una vez más, con los que exigen
respeto a los originales y limiten las obras de reparación al mínimo posible,
dejando intactos los restos para que podamos contemplarlos como realmente eran.
Pero esto no quita para que se pueda reproducir el templo original en una
maqueta, a ser posible de las mismas dimensiones, lo que permitiría disfrutarlo
sin perderle la pista a su singular identidad.
En el caso de la Sagrada Familia todos son conscientes que, aunque se tengan los planos de Gaudí para construirla, nada será igual sin su presencia. Habrá que dejar patente qué parte del templo lo dirigió él y cuál la dirigieron otros bien intencionados. Aunque la propia obra lo dirá por sí misma.
En el caso de la Sagrada Familia todos son conscientes que, aunque se tengan los planos de Gaudí para construirla, nada será igual sin su presencia. Habrá que dejar patente qué parte del templo lo dirigió él y cuál la dirigieron otros bien intencionados. Aunque la propia obra lo dirá por sí misma.
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