No es mi intención que este blog funcione como un
consultorio. Pero dejadme aconsejaros en un punto conflictivo, el del lenguaje,
por si pudiera serviros de algo.
Los
problemas de comunicación por el lenguaje en las parejas pueden ser variopintos
y deberse a múltiples motivos pero vamos a centrarnos sólo en 4, a saber: Significados
del lenguaje, atención en las conversaciones, consideración con el interlocutor
y coherencia en los temas a debate, éste último con cuatro subsecciones:
cambios abruptos en el tema de la conversación, concentrarse en el foco de los
temas, expresión corporal y credibilidad compartida. Veamos (ejem!):
1. Significados: Aparece el conflicto cuando
la misma palabra tiene significados distintos para cada uno de los interlocutores.
El resultado puede ser una confusión que llegue incluso a la crispación. El
tema no es sólo semántico, pues incluye experiencias personales que hace que un
término utilizado por una parte de la pareja tenga connotaciones distintas para
la otra. El remedio que se propone, exiguo pero algo es algo, es hablar siempre
los dos con un diccionario en la mano, de la misma edición y, a poder ser, de
la misma editorial.
2. Atención:
en una época como la actual donde andamos todos tan ocupados, ocurre a menudo
que nuestro adversario no nos preste la atención que creemos merecer, y en todo
caso necesitamos, para conseguir lo cual aconsejamos colocarnos enfrente de la
pareja, sujetar con nuestros dedos abiertos suavemente su barbilla, y
concentrar nuestra mirada en sus ojos, de frente, si se deja, antes de decirle
lo que queremos transmitirle. Pues toda atención exigible requiere por la otra
parte un grado de receptividad sobre el tema que queremos tratar, y hacerlo en
el momento y el lugar adecuado. Por ejemplo, no conviene hacer una gracieta
mientras le estamos pisando un callo.
3. Consideración:
no escuchar o no contestar puede interpretarse, y muchas veces con razón, como
un rechazo. Este punto, en todo caso, tiene más que ver con la educación cívica
que con un capítulo de comunicación cognitiva-emocional.
4. Coherencia:
se trata de no desviar abruptamente el
tema de la conversación sin aviso o permiso previo, o salirse por los cerros de
Ubeda, o dejar frases sin terminar… que pueden dejar al adversario bloqueado;
ni expresar con el cuerpo o los gestos lo
contrario de lo que estamos comunicando verbalmente, porque confunde al
contrario o delata en el propio una mentira; ni mentir (jé) no tanto para no engañar al otro cuanto más bien
para no perder la propia credibilidad.
Si por
casualidad algunos de vosotros siguiendo estos consejos mejoráis con vuestra
pareja la comunicación, por favor avisadme.
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