2000 fue el año de Yahoo. Su capitalización bursátil alcanzó
la suma de 125.000 millones $ USA. Cuatro años más tarde se vendía a Verizon
por 4.800 millones porque su buscador y su correo habían sido superados por
Google, que “simplemente” añadía la presentación “ordenada” de las webs más
relevantes. En los nuevos mercados de las redes las nuevas empresas ascienden
como cohetes al éxito con la misma velocidad que se hunden. Apple, por ejemplo,
fundada en 1976, revolucionó el mercado de los ordenadores personales y estuvo
al borde la quiebra veinte años más tarde, colocándose ahora de nuevo en la
picota. Microsoft se reía del IPhone que hoy es un producto de los más exitosos
y Windows Mobile está muerto. La exlíder finlandesa Nokia falleció de éxito…
por no haber comprendido que el software (los programas, las aplicaciones)
habían prevalecido sobre el hardware (los aparatos). Dice Félix Palazuelos que
el software ha vencido porque “el recurso más valioso del mundo ya no es el petróleo
sino los datos”. Amazon, Facebook, Google, Microsoft y Apple son las nuevas
refinerías que proveen de servicios y dispositivos para acceder a la
información y a las personas. Aunque ya asoma algo nuevo, la Inteligencia
Artificial (IA).
Con los algoritmos se elaboran los perfiles de los usuarios (o sea a todos, porque ya no queda nadie fuera de las redes) rastreando sus búsquedas para identificar sus rasgos y aficiones. Es el cumplimiento de la profecía 1984 (1948) del Gran Hermano de G.Orwell. Porque el software ha superado al petróleo como el principal recurso de los seres humanos. Conviene saber que cuando Google filtra las búsquedas margina las webs progresistas. Más lo que nos espera con la pronta llegada de la I.A. Sobre interioridades oscuras de Google podéis leer este texto de Juan Torres López.
Y por último pinchando aquí podréis ver un exquisito video sobre el impacto de la entrada de internet en una lejana aldea del Perú. No os lo perdáis.
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