La estandarización
se origina en el afán de los mediocres por emular a los mejores; la
singularización se produce como consecuencia de evitar la emulación a los
mejores.
En la
estandarización se incluye la moda, la globalización, lo uniforme y lo
políticamente correcto. En la singularización pueden verse a los rebeldes, los
creativos y los que gustan de la diversidad y de las diferencias.
De aquí que
la primera la persigan los políticos mientras que la segunda constituya el
medio propio de, digamos, los artistas. Entre los primeros proliferan los
racistas mientras que los segundos son amantes del amor libre, por dar alguna señal.
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