viernes, 15 de septiembre de 2017

1399 (V 15/9/17) Cuanto más ilegal es, más emotividad se necesita para intentar legitimarse

Cuánto hay de emocional y cuánto de racionalidad en el conflicto catalán? La emoción y la razón se necesitan y complementan. Cada una sin la otra resultan incompletas. Una razón fría, sin sentimientos, puede cortar como un cuchillo, sin piedad. Pero de las emociones incontroladas no se pueden esperar consecuencias racionales.
     “Caro, querido, caridad, cordialidad… tienen la misma raíz que corazón. Se enriquece la razón con las emociones. Pero si éstas prevalecen, tienden a ser irracionales.” Esto lo escribí en la entrada 1386 del 1/2/17: "Por caridad" donde trataba la caridad como la cara reversa de la injusticia.
      Las masas se enardecen con las emociones que pueden llegar a desembocar en violencia por la impunidad que ofrece el anonimato. Concretamente, y paradójicamente, la tensión que vivimos actualmente con el conflicto en Cataluña es consecuencia de la mayor intensidad emocional que sus promotores inyectan a las masas a fin de compensar su ilegalidad. Con lo que llegamos a la extraña necesidad de mayores emociones masivas cuanto más ilegal es, a fin de forzar una aparente legitimidad. Y es que lo prohibido tiene un morbo que no veas.
      Otro tema sería la influencia del dinero en el control de las emociones. O, más bien, en el control de los inductores de las emociones masivas.
       Para una descripción objetiva y ecuánime de este conflicto os recomiendo la lectura del siguiente post de Marcelino Flórez, https://rememoracion.blog/2017/09/10/el-referendum/ 


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P/S: Catarsis, eso es lo que ahora más necesitamos: una explosión emocional que ayude a recomponernos y recuperar la racionalidad, la autoestima individual y la paz con uno mismo (no exenta de humor y de autocrítica). Que cómo se come eso? Lo podéis ver en el último plano (/grito) de la sorprendente película catalana “Verano 1993”, autobiográfica, dirigida por Carla Simón y que será la representante de España en la 90° edición de los Premios Óscar a la mejor película de habla no inglesa 2017, además de haber sido galardonada como mejor ópera prima en la Berlinale, Biznaga de Oro en Málaga, tres premios en el festival BAFICI de Buenos Aires o premio especial del jurado en Estambul.

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