El fútbol como instrumento de cohesión. Y de
distorsión…. frente a los equipos rivales. Yo he llegado a decir, y me reitero
impúdicamente en ello, que en la formación de la Europa actual, para sentir
como europeos han hecho falta tanto los políticos e intelectuales como el
turismo intraeuropeo y el Real Madrid de Santiago Bernabéu. Konrad Adenauer,
Alcide de Gasperi, Jean Monnet, Robert Schumann, Paul Henry Spaak, o Vittorio
de Sica/Sabatini ayudaron un poco, no lo niego, pero no lo consiguieron. El
turismo y los colores del club, sí.
Y
nos podremos quejar, y con razón, de que esta UE neoliberal y desigual es un
coñazo, pero también es verdad que los adolescentes viajan por Polonia y
Finlandia con la misma facilidad con que nosotros lo hacíamos por las costas
gallegas o Teruel; que bandadas de jóvenes de acá se citan un finde en
Amsterdam, Malta o Sicilia con otras de allá como nosotros hacíamos, pero en la
disco de la esquina, y que el vástago nacido de una española y un noruego será
sencillamente un europeo, ciudadanía que espero que pronto sustituya a las
nuestras actuales obsoletas. Pues bien, el primer valor paneuropeo que yo
recuerde nació no por afición a los clásicos griegos sino por pertenencia o
simpatía al Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento.
Ningún espectáculo concita a las masas de jóvenes y de cualquier edad
como lo hace el balompié. Y ningún fenómeno cultural trafica con los miles de millones que se mueven en el
fútbol. Dicho lo cual me quiero pronunciar sobre los sueldos astronómicos que
cobran algunos jugadores:
Si es
la gente la que paga por verlos, es ella la que hace posible esos sueldos
millonarios. Y nada que objetar. Pero si no tengo nada que objetar al uso que
la gente quiera hacer de su dinero, la cosa cambia cuando se trata de dinero
público. Alto ahí, es inadmisible, estúpido y loco que los jugadores de la
elite se embolsen un sólo céntimo de las arcas del Tesoro. Quiere esto decir que
estoy en contra de las subvenciones a los deportes? Veamos:
Yo
distinguiría varios estratos, marcados por ejemplo por edades. De 5 a12 años,
de 12 a
19, y de 19 en adelante, por diferenciarlos en algo. Por supuesto que caben
otras propuestas o iniciativas.
1. De
19 en adelante, con fondos públicos ni un duro. Para nada. Que se
autofinancien. Y una vez que se lo pagan ellos mismos, que se lo gasten como
les dé en gana. La libertad de uso del dinero propio, como la de pensamiento o
la de expresión, incluye el error, la estupidez y la aberración.
2. Segundo
nivel, de 12 a
19: para fomentar y ayudar al deporte, todo tipo de deportes, incluyendo el
fútbol, financiar con fondos públicos (subvenciones, créditos blandos,
etc.) las infraestructuras pero no los equipos y mantenimiento (igual
que habría que hacer con los conciertos y otros actos culturales: facilitar los
escenarios pero no financiar a los actores, porque si la gente no quiere pagar
por verlos muchos menos deberían hacerlo los Ayuntamientos; y si la gente lo
paga, debería ser de cárcel que se utilicen los fondos que son públicos, de
todos, incluidos los de aquellos que nunca asistirían a estos eventos).
3. Y
por último, para deportes de alevines y juveniles, las ayudas públicas de todo tipo
que sean necesarias, dando igualdad de oportunidades a los muchachos de toda
condición social, como parte que es de la educación pública, por lo que las
ayudas deben llegar desde las infraestructuras hasta las botas y las camisetas,
como habría que hacer con los libros y material escolar de todo tipo.
Mi
negativa rotunda a financiar con fondos públicos el fútbol profesional de elite
se queda ahí. Del atletismo profesional, Olimpiadas y otras actividades
deportivas no hablo porque no me queda espacio y porque no lo tengo claro.
Y ya
está bien por hoy. Alguna pregunta? Pues me marcho que empieza ya en la tele el
partido Madrid-Barcelona.
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