domingo, 11 de diciembre de 2016

1334 (D 11/12/16) El “furbo” y los dineros

El fútbol como instrumento de cohesión. Y de distorsión…. frente a los equipos rivales. Yo he llegado a decir, y me reitero impúdicamente en ello, que en la formación de la Europa actual, para sentir como europeos han hecho falta tanto los políticos e intelectuales como el turismo intraeuropeo y el Real Madrid de Santiago Bernabéu. Konrad Adenauer, Alcide de Gasperi, Jean Monnet, Robert Schumann, Paul Henry Spaak, o Vittorio de Sica/Sabatini ayudaron un poco, no lo niego, pero no lo consiguieron. El turismo y los colores del club, sí.
Y nos podremos quejar, y con razón, de que esta UE neoliberal y desigual es un coñazo, pero también es verdad que los adolescentes viajan por Polonia y Finlandia con la misma facilidad con que nosotros lo hacíamos por las costas gallegas o Teruel; que bandadas de jóvenes de acá se citan un finde en Amsterdam, Malta o Sicilia con otras de allá como nosotros hacíamos, pero en la disco de la esquina, y que el vástago nacido de una española y un noruego será sencillamente un europeo, ciudadanía que espero que pronto sustituya a las nuestras actuales obsoletas. Pues bien, el primer valor paneuropeo que yo recuerde nació no por afición a los clásicos griegos sino por pertenencia o simpatía al Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento.
  Ningún espectáculo concita a las masas de jóvenes y de cualquier edad como lo hace el balompié. Y ningún fenómeno cultural trafica con  los miles de millones que se mueven en el fútbol. Dicho lo cual me quiero pronunciar sobre los sueldos astronómicos que cobran algunos jugadores:
    Si es la gente la que paga por verlos, es ella la que hace posible esos sueldos millonarios. Y nada que objetar. Pero si no tengo nada que objetar al uso que la gente quiera hacer de su dinero, la cosa cambia cuando se trata de dinero público. Alto ahí, es inadmisible, estúpido y loco que los jugadores de la elite se embolsen un sólo céntimo de las arcas del Tesoro. Quiere esto decir que estoy en contra de las subvenciones a los deportes? Veamos:
  Yo distinguiría varios estratos, marcados por ejemplo por edades. De 5 a12 años, de 12 a 19, y de 19 en adelante, por diferenciarlos en algo. Por supuesto que caben otras propuestas o iniciativas.
     1. De 19 en adelante, con fondos públicos ni un duro. Para nada. Que se autofinancien. Y una vez que se lo pagan ellos mismos, que se lo gasten como les dé en gana. La libertad de uso del dinero propio, como la de pensamiento o la de expresión, incluye el error, la estupidez y la aberración.
     2. Segundo nivel, de 12 a 19: para fomentar y ayudar al deporte, todo tipo de deportes, incluyendo el fútbol, financiar con fondos públicos (subvenciones, créditos blandos, etc.) las infraestructuras pero no los equipos y mantenimiento (igual que habría que hacer con los conciertos y otros actos culturales: facilitar los escenarios pero no financiar a los actores, porque si la gente no quiere pagar por verlos muchos menos deberían hacerlo los Ayuntamientos; y si la gente lo paga, debería ser de cárcel que se utilicen los fondos que son públicos, de todos, incluidos los de aquellos que nunca asistirían a estos eventos).
    3. Y por último, para deportes de alevines y juveniles, las ayudas públicas de todo tipo que sean necesarias, dando igualdad de oportunidades a los muchachos de toda condición social, como parte que es de la educación pública, por lo que las ayudas deben llegar desde las infraestructuras hasta las botas y las camisetas, como habría que hacer con los libros y material escolar de todo tipo.
     Mi negativa rotunda a financiar con fondos públicos el fútbol profesional de elite se queda ahí. Del atletismo profesional, Olimpiadas y otras actividades deportivas no hablo porque no me queda espacio y porque no lo tengo claro.  

     Y ya está bien por hoy. Alguna pregunta? Pues me marcho que empieza ya en la tele el partido Madrid-Barcelona.

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