miércoles, 17 de febrero de 2016

1155 (X 17/2/16) La sucia naturaleza de la política

Es un tema reiterado de este blog la calificación global que hacemos de todos los políticos como corruptos (nos referimos a aquellos que estén o hayan estado en ejercicio del poder), porque el que diga que no lo es será cómplice o encubridor, que también son delitos, aparte de que una conducta honesta dentro de un contexto podrido no podría permanecer honrada mucho tiempo pues sufriría un rechazo orgánico por sus colegas. De ahí que propugnemos la presunción de inocencia de los ciudadanos y la de culpabilidad para la clase política.
     Hay actividades dignas y respetables como la medicina, aunque haya médicos indeseables, tanto como otras denigrantes y sucias por naturaleza, como la política, aunque pudiera haber políticos de buena fe ya que éstos, si los hubiera, serían excepciones (Pericles en Grecia? Ghandi en la India? Mujica en Uruguay? Gordillo en Marinaleda?...)
     Habrán, los hay y muchos, que intentarán persuadirnos de que la política es una actividad generosa y altruista porque los que participan en ella lo hacen pensando en los demás. Y nosotros decimos que, aparte de darnos un ataque de risa, de nada nos sirven definiciones maravillosas de una actividad que en la práctica, en la realidad, es de las más abyectas, pues el ejercicio del poder lleva a su abuso y redistribuir fondos ajenos aboca inevitablemente al expolio de los mismos en beneficio propio. “En cuanto a los dineros, mi señor, para mi remuneración, no debiéramos ahora hablar de ello, simplemente póngame donde los haya”, que dijo Sancho. Y si no lo dijo, debería.
      La política no es un fin sino un medio. Un instrumento de ejercicio del poder. Y el ejercicio del poder corrompe. No sólo en el sentido de su abuso en beneficio personal, en contra del bien común, el cual pregonan mendazmente que es el fin de la política, sino también por la inevitable manipulación de los que quedan sometidos a ese poder.

     De ahí la necesidad de controlarlo rígidamente al tiempo que se exijan condiciones excepcionales de altruismo y honorabilidad a los que pretendan ejercer la actividad de la política.

No hay comentarios:

Publicar un comentario