Por supuesto que la causa directa del
conflicto, el culpable, es Artur Mas. El que gestiona y dirige el descontento
de las masas. El que se empina como héroe y, a ser posible, como mártir de la
causa, para ser recordado en los libros de historia (al menos en los libros de
la localidad). El que aprovecha la cresta de esta ola para ocultar lo podrido
que se esconde debajo de su alfombra, de la de su partido CDC, y de la de su padre
político Pujol.
Pero flaco favor nos haríamos a nosotros y a la historia si no delatáramos
el verdadero origen de este disparate. El verdadero origen que está en el absurdo
recurso del partido del gobierno, el increíble PP, al Tribunal Constitucional
contra un Estatut que habría hecho imposible esta reacción catalana, que había
sido aprobado por la inmensa mayoría del Parlament catalá y también por el
Congreso nacional. En la prohibición del referéndum catalán por el gobierno de
Rajoy que ha irritado a más de dos millones de ciudadanos, que son una buena
cantidad. En la imputación posterior del President por haber desobedecido al
Gobierno de Madrid y al Constitucional. Y todo ello con el espurio objetivo de
enfrentar contra Cataluña a todo el territorio nacional a fin de conseguir un
puñado más de votos en las inminentes elecciones generales!
Lo que tienen en común estos dos Presidentes (yo diría que es lo único
que saben hacer bien) es su habilidad para sacar provecho de las situaciones
más inverosímiles. Pues no que ahora Rajoy se ofrece como representante (a
título personal!) y legítimo coordinador general del Pacto Español contra la
Generalitat de Cataluña! ¿Serán capaces de subordinarse a esta usurpación todos
los demás partidos políticos nacionales?
Ya se ha denunciado, y con razón, que Mas y Rajoy, Rajoy y Mas, tanto
monta, se han apoyado mutuamente, Rajoy a Mas en las pasadas elecciones autonómicas
y Mas a Rajoy en las próximas generales. Cada uno dirigiendo la campaña del
otro. Y ahora, pobrecillo, jugando con este fuego el presidente del Gobierno se
queja de que esta bola le quema las manos.
Cabe mayor cretinez, mayor
torpeza, peor mala fe?! Y este individuo que miente más que habla quiere que, encima,
se le preste de nuevo la confianza para presidir el gobierno de la nación!?
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