jueves, 29 de enero de 2015

1029 (J 29/1/15) Hay que regular los mercados

Los ultra-neoliberales que mandan en España a través de sus esbirros que conforman nuestro Gobierno pugnan por implantar un mercado auto-regulado sin intervención de la Administración. Mercados sin interferencias ni control de precios (ya se los controlan ellos) en los campos financiero, económico, comercial… Entre ellos figura, digo yo, el precio que los laboratorios ponen a sus medicamentos, fruto de un mercado honesto, transparente, competitivo y eficaz para todos, pues los pobres laboratorios trabajan mucho, pensando solamente en la salud de los demás, y en la sanidad pública, y realizando inversiones fabulosas en investigación que tienen que rentabilizar para poder seguir investigando, siempre pensando, claro está, en la salud de todos los ciudadanos en general. Y para nada en su beneficio personal.

         Pero ya sabemos todos, incluso ellos, que esa teoría es pura bazofia, mendaz, cruel, y sólo sirve para enriquecer cada vez más a unos pocos en contra del interés de todos los demás, provocando unas desigualdades que redundan en perjuicio de todos, incluso de los que abusan de ellas para su exclusivo beneficio propio.

          Nadie que esté en su sano juicio, y que sea mínimamente honesto, puede negar la necesidad de ponerle límites a esta falta de regulación. Y así lo han reconocido al imponer por ley sanciones a quienes perturben la libre competencia, a los oligopolios, a los que influyan en los precios de las cosas, etc., etc., que son precisamente regulaciones y límites de los mercados.

          Lo del mercado regulado por motivos de interés general resulta inevitable. Hay que limitarlo por dos motivos: uno, por principio, para que quede bien claro que no caben mercados auto-regulados. Otro, porque en el caso concreto de la sanidad pública, dejarla sin regular sería poner en peligro la salud de los pacientes, con la cobertura legal de una patente que nunca debe proteger esta locura.

      El caso Sovaldi clama al cielo. Mueren 4.380 personas cada año, 12 personas cada día, por no ser tratadas con un medicamento que está ahí, que cura la hepatitis C pero que es inaccesible para los menesterosos por su precio. La farmacéutica que tiene los derechos los quiere vender con un sobreprecio de 1.000 veces sobre su coste, dicen, lo que se traduce en un 100.000% como beneficio. Si esto fuera así, lo que intentaran vender por 20.000 € (es un decir), su coste real sería de 20 €. Y eso jugando con la vida de personas afectadas sin que la Administración ponga remedio mediante su suministro.  Si el precio es demasiado alto, si es un abuso, como parece que lo es (leo que cuesta 50.000 € el tratamiento completo), entonces por qué no se llama al orden al laboratorio y se le impone, repito, se le IMPONE, por interés público, un precio asequible que, previa negociación con ellos, teniendo en cuenta su rentabilidad y fondos para investigación y para lo que sea, lo haga viable para los 35.000 pacientes afectados en España? O que lo imponga Bruselas para todos estos enfermos en Europa. Aceptando que tengan un beneficio de un 100% sobre su coste, o de un 1.000%, lo que sea, lo que haga falta, pero NO esas barbaridades que exigen sin sonrojarse. Y si no se avienen, que no se les compre ningún otro producto. Y punto. Verás qué pronto entran en razón. (Susana Díaz habló por tv de expropiarles en Andalucía la patente que la tienen registrada en Miami…)


          Las 4.380 muertes cada año hacen que el tema bordee, si es que no entra de lleno, el campo del código penal. Pues los culpables de estas muertes, por demora en la solución de los problemas de precio o cualesquiera que fueren, deberían responder por ellas. Porque estas muertes, como gritan desde su plataforma, no son muertes, son asesinatos. Y en lo que va de año (por hoy, hasta hoy) ya han sido asesinados 360 enfermos de hepatitis C (genocidios al por mayor, en masa, es como lo practican) que podrían seguir vivos si hubieran sido tratados en su momento con el fármaco.



Ultima hora:  Dos tweets que difundí ayer:

        1.

        Syriza se apuntala CON LA derecha. Y por qué no? Aplicarán la política de Syriza. (Y de paso moderan y controlan a la derecha.) Lo malo fue apuntalar A LA derecha, que fue lo que hizo el partido socialista.

        2.
        Si como informa El País, Monedero falseó su curriculum, expulsadle del partido, ya! Pero ya! Y entonces podremos seguir confiando en Podemos.
        (Remitido ayer por la red dentro de newsletter@podemos con este texto:
        “No se pueden revocar los nombramientos? Pues si Monedero falseó su curriculum, colocadle en la red para votar su permanencia o expulsión inmediata. No podemos perder el mejor activo, la credibilidad de Podemos.
        Es mi primera prueba a Podemos para comprobar si, como espero, merecen mi voto.)

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