586 reflexiones y otros disparates del día (6/2/13)

1. El eufemismo daña más que la mentira

“A la violencia engendrada por la desigualdad social y económica y por la destrucción galopante de un modelo social, se añade la violencia del lenguaje, manipulado por el poder para lograr opacidad y ambigüedad” tanto en lo que dicen como en lo que hacen, comenta Carmen Mata Barrero, de Madrid. Y sugiere como alternativa un replanteamiento de valores tales como la democracia, el bienestar general, la educación, la sanidad, así como las formas y dogmas con que se reviste el capitalismo. Cabe proponer si conviene darles nombres nuevos. El cineasta quebeqois Hugo Latulippe, exasperado por la escasa calidad de las ideas (y no digamos las palabras) de los políticos, ha reunido a estos efectos a 50 intelectuales, artistas y gente activa en la acción social, en su documental Republique, un abécédaire populaire, todo un ejercicio terapéutico al tiempo que un aire refrescante para librarnos del ambiente retórico hediondo que nos asfixia. Porque pocas cosas hay más agobiantes que las mentiras continuas, y peor aún las medias verdades, y aún peor los eufemismos, que además de engañar tratan de confundir con dolo y premeditación, al tiempo que nos tratan como a imbéciles.

2. Calatrava

A las barbaridades técnicas a que las nos tiene acostumbrados este esperpento de arquitecto, que además van acompañadas de pagos millonarios (con traslado incluido a Suiza) incluso para simples proyectos que nunca habrán de realizarse, se añade ahora otro nuevo. El Palau de les Arts de Valencia que costó 470.000.000 €, que aún no ha cumplido siete años, se resquebraja y abomba debiéndose prohibir el acceso de los visitantes por peligro de derrumbe; el puente de Campo Valentín en Bilbao no enlazaba nada ni conducía a ninguna parte (y encima se querelló por atentado contra la propiedad intelectual cuando un arquitecto japonés tuvo que intervenir para remediarlo); en el aeropuerto de Bilbao había (y sigue igual?) que esperar las llegadas en la calle... En cuanto al puente del Alamillo, junto al parque de su nombre, en Sevilla, que lo construyó sin haber conseguido la confirmación de la Junta de Andalucía, yo me quedaría más tranquilo si lo revisaran antes de volver allí para jugar con mi perro.

3. Chavs, el lumpen del siglo XXI

Joaquín Estefanía glosa la  obra de Owen Jones La Demonización de la Clase Obrera en la que aporta un nuevo término, chavs, como el nuevo lumpen del siglo XXI. Estos grupos incluyen jóvenes que ni estudian ni trabajan, son poco reivindicativos pero con fuerte sensación de pertenencia a su tribu, encapuchados, teléfono móvil en mano, asociados a la devastación callejera e influidos por los videojuegos. A la elite como clase privilegiada, la clase media que se distingue por acceder a la vivienda propia mediante un endeudamiento de por vida, y los pobres, hay que añadir los andrajosos, que permite a los más privilegiados demonizar a las clases inferiores con estereotipos tales como “viven por encima de sus posibilidades” o “gente pobre porque es vaga”. A la creciente desigualdad económica hay que añadir la cada día más difícil inmovilidad social. Muchos analistas comienzan a hablar de una nueva estratificación social en esta segunda década del siglo XXI, cuyos extremos son los desafiliados (Robert Castel), aquellos que van quedándose al margen del progreso, y las elites que se rebelan (Christopher Lasch), abandonan al resto de las clases sociales a su albur y traicionan la idea de una democracia concebida por y para todos los ciudadanos.

P/D: Convocada manifestación en toda España contra este gobierno en Madrid el próximo 23/F

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