1. Fray Gallardón el misógino
Si el ministro Gallardón se irroga el derecho de
incidir en la intimidad de las mujeres, so pretexto de protegerlas y que puedan
ejercer su derecho de ser madres (¡!, realmente hay que ser estúpidos…), nosotros
también debemos protegernos ante tales disparates exigiendo que a los Ministros
del Gobierno se les hagan tests de misoginia y certificados médicos de una vida
sexual plena, o al menos sana, por
contraposición a reprimida, con el
fin de protegernos de psicópatas con influencia en la ciudadanía. En el
tratamiento que se les prescriba debería incluirse que vean films como “Las
Sesiones” que les puedan integrar en los grupos sociales de mentalidad
mínimamente abierta. Es más, estos certificados, y tratamientos en su caso,
deberían incluirse en la el proyecto de Ley de Transparencia así como en la web
donde se publique el perfil, el patrimonio y la salud, de los diputados.
Leo algo en Víctor Hugo, Los Miserables I.V.XI, que este fraile enmascarado de ministro practica
fielmente: “No es verdad que ya no exista la esclavitud (se refiere a la prostitución, pero insisto en el extracto del texto:). La esclavitud existe todavía, sólo
que pesa sobre la mujer, es decir, sobre la debilidad, sobre la maternidad. No es ésta una de las menores ignominias del hombre”. Lo
publicó en el año 1867.
2. 15-M y el partido del futuro
Lo primero que hay que decir es que el 15-M no
quiere ser representado por nadie, ni siquiera por el partido X, el partido del
futuro, que ha surgido de este
movimiento y que sólo se presentará a las próximas elecciones si se sienten
respaldados por la ciudadanía.
El partido X, el
partido del futuro, se autodefine como un “dispositivo ciudadano” para
“reiniciar el sistema” y “recuperar la democracia”. Utilizan un lenguaje
activista, de momento mantienen el anonimato y puede encontrarse en sus
mensajes referencias no explícitas a algunos conceptos del 15-M. Son un grupo
de unas 90 personas de diferentes lugares de España que preparan el lanzamiento
del nuevo partido.
“No
queremos dar ningún nombre porque queremos evitar el personalismo en el que
caen los partidos tradicionales. El Partido X es un dispositivo ciudadano para
atacar políticamente el feudo donde permanece atrincherado el poder, que es el
feudo electoral y de partidos”. Lleva un año gestándose, estando inscrito en
el registro oficial del ministerio del Interior el pasado 17 de diciembre 2012.
Como primera declaración de intenciones, según Juan Luis Sánchez, éstos son los tres puntos que definen en
resumen el Partido X: 1: “reiniciar el sistema”. Es un concepto de regeneración
social que ha sido utilizado por "Democracia Real Ya" y otros colectivos afines
al 15-M para marcar su carácter tecnopolítico, volcado en las redes sociales, y
para reconducir el estereotipo “anti-sistema”. 2: un vídeo que constituye un
mensaje de arenga, de acción directa no violenta, de llamamiento a la
participación individual en una red enigmática y a la vez reconocible. Un
estilo con referentes claros en la inspiración hacktivista (ciberataques de contenido político) o en el movimiento
Anonymous. 3: “Y punto”. Esa frase que
recuerda otro “Y punto”, el que colocó la iniciativa "Rodea el Congreso" en los carteles cuando se redefinió toda la
estrategia estética y de comunicación del 25-S. Hablan de reiniciar el sistema,
de traer consigo una democracia con la que se identifique la gente, y se
desmarcan de la clase política actual. No sabemos aún el desarrollo del partido
ni en qué acabará realmente y, de momento, toca esperar nuevos comunicados.
3. La independencia del B.E.
Terminábamos la entrada 562.2 del pasado domingo
día 12 con dos preguntas sobre manipulaciones internas en los informes del Banco de
España que atribuían al propio B.E. la responsabilidad por la debacle del
sistema financiero. Una era: quién redactó, u ordenó, esos cambios en los informes? y dos, a quién le
beneficiaban esos cambios? Para no dejar abiertos esos interrogantes tan graves
intentaremos contestarlos.
Sabido es que desde hace más de 30 años
las competencias sobre el control de las Cajas fueron transferidas del B.E. a
las Comunidades Autónomas. No de los bancos, sino de las Cajas. Y el desastre
de las instituciones financieras, tal como lo conocemos, se dio en éstas, en
las Cajas, no en los bancos. Ocurrió que los políticos, no los banqueros ni los
profesionales financieros sino los políticos, entraron a saco en sus arcas para apropiárselas,
financiar ilegalmente sus partidos, ejercer la corrupción a sus anchas, etc., y sobre todo especular con el negocio inmobiliario, lo que todos ya sabemos, con
especialidades en Madrid, Valencia y Galicia. En Madrid ya sabemos que las Caja
de Madrid (hoy renominada Bankia) tenía un agujero de miles de millones
en activos tóxicos, créditos hipotecarios incobrables, como efecto de los
múltiples chanchullos inmobiliarios; en la CAM, de Valencia, la
quiebra provino de financiar obras faraónicas, como el aeropuerto de Castellón,
y proyectos inconclusos, como los de Calatrava, además de cohechos y repartos
de comisiones entre los cuales el caso Gürtel; en Novo-Galicia la
falta de profesionalidad dio lugar a estafadores que arruinaron con las malditas acciones preferentes a miles
de ancianos que vieron esquilmados sus ahorros. Pues bien, no busquemos otros
responsables porque los culpables los tenemos ahí: fueron los consejeros y
directivos de las Cajas nombrados por los gobiernos del PP! Y punto.
Y qué hace ahora el PP? Echar balones
fuera, buscar culpables donde sea que no sean ellos, impedir que la comisión
parlamentaria indague en los detalles de las quiebras, atribuir al B.E. la
culpa por no haber ejercido un control sobre las Cajas... sobre las cuales hace
más de 30 años que no tenía las competencias. Y ahora el propio BE arremete
contra sí mismo en este tema, para exonerar al PP de su responsabilidad. Así
que lo siento, pero no puedo por menos que deducir que el actual BE no actúa
con independencia sino como secuaces del gobierno del PP. Ahora sí que el BE ha
perdido el prestigio, profesionalidad e independencia que siempre tuvo en
España.
En una carta abierta al director del
diario El País, el anterior gobernador del BE se lamenta de “la injustificable
e injustificada campaña de desprestigio de la institución que se lanzó a
primeros del mes de mayo del año pasado
para ocultar las consecuencias de una errónea gestión de la crisis de Bankia”.
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