1. Lo que sea + plus
Con motivo del descenso de
consumo, y para animar a la demanda, me hace notar un amigo la proliferación de
pluses en todas las ofertas. Desayuno tostada con jamón y aceite + zumo de naranja (gratis el zumo, se
entiende); si compra dos unidades le regalamos un kit de chorizo envasado al frío… Ayer, comiendo en un club de
alcurnia con un menú de 14 € (!) nos ofrecían otro menú de 15 € con una sesión
extra de spa (imagino que no incluía
masaje). Alguien me habló, supongo que en broma, de un centro donde comprando
artículos por un importe igual o superior a 50 € te ofrecían una cuenta
corriente abierta en un banco suizo, con 1€ sólo, sí, pero con nombre y código
encriptados. (Esta entrada parece escapada del pasado día 28).
2. Me acusan de filósofo
O sea, de elucubrar sobre
abstracciones que no llevan a nadie a ningún lado. Con la que está cayendo. De
pasearme por las nubes mientras que aquí la gente pasa hambre. Menos mal que no
han llegado a decirme científico, o economista (lo cual, en efecto, no soy.) Y
me quiero defender, por alusiones.
No creo que sea indigno “buscar la
verdad”, incluso la que subyace, la que no es aparente, y que explica mejor lo
que sea, por no andarse por las ramas sino por las raíces. Pero es que la
primera verdad que un pensador persigue es la del alcance y contenido de la
libertad, al menos eso es lo que dice el filósofo iraní que enseña en Toronto,
Ramín Jahanbegloo. Pensar es más que un derecho, es una obligación, si queremos
entender el mundo y los valores que nos rodean. “El cuestionamiento filosófico
produce fisuras en los muros que protegen el pensamiento establecido”. La
filosofía es una actitud permanente de interrogación crítica que se desarrolla
entre el pensamiento que aspira a ser reconocido y el pensamiento que,
aprendido, ha sido aceptado. “Así se comprende que la filosofía es la tarea
constante de insuflar libertad en la vida política. La libertad de pensar lo es
para pensar en algo nuevo, pensar de otra manera. No puede haber una sociedad
democrática sin un cuestionamiento de la propia democracia. La tarea cívica de
la filosofía es la lucha entre el fanatismo y el pensamiento crítico.” Vale?
3. La noticia está mal dada
El Tribunal Constitucional
francés anula el impuesto de Hollande sobre los ricos, rezan los titulares,
confundiendo al personal como sólo los medios saben hacerlo. El Constitucional no
ha entrado en el fondo del asunto. Lo único que ha hecho es advertir al
legislador francés que ha incurrido en contradicciones en el propio texto de la
ley, contradicciones de cálculo que el propio Gobierno se apresta a subsanar de
inmediato para publicarla, corregida, de nuevo. Se trata de una imposición per capita, individual, que se
contradice contra la imposición familiar. Y así, alguien que ingrese 1.100.000 estaría sujeto a ella mientras que
un matrimonio cuyos ingresos fueran de 1.900.000, con 950.000 por cada miembro
de la pareja, quedaría exenta. Algo parecido ocurre con el Impuesto de
Solidaridad sobre la Fortuna (ISF) que incluía en su cálculo los activos
financieros, tales como las plusvalías sobre los seguros de vida devengados
pero reinvertidos, por lo que no procede su inclusión como ingresos al no haber
sido percibidos. Y eso es todo. No
es, pues, que el Tribunal Constitucional declare ilegal el impuesto sobre los
ingresos que sobrepasen el millón de euros. Pero dicho de este modo, provoca
más alarma, y por tanto más audiencia. A eso los periodistas lo llaman
profesionalidad.
(En cuanto a la fuga de grandes capitales, nada pasaría si dispusiéramos de nuestro propio grifo -la emisión de dinero ilimitada- que rellenaría de inmediato y automáticamente el minúsculo agujero dejado por los fugitivos. Pero eso es algo de lo que no disponemos al habernos metido debajo el paraguas del euro que ha resultado ser la gran estafa del final del siglo XX, pues tenemos todos los inconvenientes y ninguna ventaja de la moneda “única” que, al no ser única, se vuelve maldita. Y en esta situación no conviene expulsar unilateralmente el dinero “limitado” del que disponemos sin que antes hubiéramos aplicado en toda Europa la misma medida global. Y nos pueden dar las uvas.)
(En cuanto a la fuga de grandes capitales, nada pasaría si dispusiéramos de nuestro propio grifo -la emisión de dinero ilimitada- que rellenaría de inmediato y automáticamente el minúsculo agujero dejado por los fugitivos. Pero eso es algo de lo que no disponemos al habernos metido debajo el paraguas del euro que ha resultado ser la gran estafa del final del siglo XX, pues tenemos todos los inconvenientes y ninguna ventaja de la moneda “única” que, al no ser única, se vuelve maldita. Y en esta situación no conviene expulsar unilateralmente el dinero “limitado” del que disponemos sin que antes hubiéramos aplicado en toda Europa la misma medida global. Y nos pueden dar las uvas.)
P/S: No os perdáis el resumen del año 2012
así como el cante del gordo de la lotería de Navidad:
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