lunes, 17 de diciembre de 2012

537 reflexiones y otros disparates del día (17/12/12)

1. Wert negoció en sigilo con la iglesia…
Se trata de la educación en España, por supuesto. Quién lo diría? quién podría imaginar este trasiego de informaciones, este toma y daca…, o mejor este toma, toma, toma… La noticia es el “sigilo” con que llevaron a cabo las reuniones, reptando sinuosamente, dejando las camisas con las escamas viejas a lo largo del discurso, castigando a los alumnos rebeldes que opten por no querer cursar la materia de religión con la obligación de otra asignatura alternativa fuerte. Y de postre, eliminando la obscena “Educación para la Ciudadanía”, donde se instruía, enseñaba y alentaba a los jóvenes a promiscuirse con los de su propio sexo, puaf! atribuyendo a los ciudadanos sus propias aberraciones practicadas o reprimidas. A las Comunidades Autonómas no se les dio acceso a estas conclusiones, entregadas al final como lentejas, el mismo día anterior de la polémica reunión de la que se ausentó la Consejera de Educación del gobierno catalán. Y de paso, los niños con los niños (lo que prohíben leer lo inducen a practicar) y las niñas con las niñas, y la financiación pública para los colegios privados. A los otros, que les den. A ver si nos enteramos.
2. Los ricos no tienen perdón de dios
Pero sí gozan del perdón por sus delitos en esta tierra cuando son condenados. Roban, corrompen, parasitan, explotan… y no pasa nada. Pero si se pasan de rosca, tranquilo, los procesos penales de los ricos duran años, décadas, prescriben, se recurren… Y si a pesar de todo, les condenan, aquí están sus amigos, parientes o políticos, para indultarles. Sabéis que los más indultados son precisamente los de la Administración? Da igual que sea por cohecho o por torturas, el caso es que todos vivan tranquilos, inmunes, sabiendo que son impunes. Cómo podemos presumir de democráticos cuando nuestros gobiernos pueden indultar discrecionalmente, y lo hacen, con una prodigalidad a troche y moche, sin que nada ni nadie les pueda controlar ni poner freno? Y esto no es todo, el indulto suele llevar aparejada la nulidad de la inhabilitación. En la mitad de los casos, pues la otra mitad ya no vuelve al mismo puesto de caza. O sea que la mitad pueden volver al mismo puesto o cargo para que sigan delinquiendo, esta vez con más cautela, suponemos. Y si se presentan de nuevo a las elecciones, tienen garantizada la mayoría absoluta, o al menos con más votos que cuando ganaron. No me preguntéis por qué, no tengo ni idea. Cada vez lo entiendo menos.
3. Paul Krugman ataca de nuevo: el paro, un problema de clases
Seguimos sufriendo una crisis de empleo. Pero todo el mundo habla del “precipicio fiscal”. De hecho, una encuesta reciente indica que una gran mayoría de los ciudadanos cree que el déficit presupuestario aumentará si caemos por ese precipicio. En la práctica ocurre justo lo contrario: el peligro es que el déficit se reduzca en exceso y demasiado deprisa. Y los motivos por los que podría suceder eso son puramente políticos. Podríamos estar a punto de recortar drásticamente el gasto y subir los impuestos, y no porque los mercados lo exijan, sino por los años de advertencias por parte de los sospechosos habituales acerca de los peligros de los déficits y de la deuda. Y no me digan que los mercados podrían volverse contra nosotros de repente. Los Bancos centrales no pueden quedarse sin efectivo, pues ellos imprimen los billetes, de modo que lo peor que podría pasar sería que cayese el valor de la moneda, lo cual no sería tan terrible y de hecho podría ayudar a la economía. No obstante, hay todo un sector construido en torno al fomento del pánico al déficit. Hay grupos empresariales espléndidamente financiados que no paran de exagerar el peligro de la deuda gubernamental y la urgencia de reducir el déficit ya, ya mismo. No es de extrañar que los ciudadanos estén confusos.
          Por otro lado, no hay prácticamente ninguna presión organizada que se ocupe de algo terrible, el paro a gran escala. El desempleo sigue a niveles no vistos desde la Gran Depresión. Estamos contemplando millones de tragedias humanas, a individuos y familias cuyas vidas están quedando destrozadas porque no pueden encontrar trabajo, ahorros agotados, casas perdidas y sueños destruidos. Y cuanto más se prolongue esto, mayor será la tragedia.
         ¿Qué se puede hacer? El pánico en relación con el abismo fiscal ha sido revelador. Pone de manifiesto que los gruñones del déficit creen que en estos momentos los recortes del gasto y las subidas de impuestos destruirán puestos de trabajo; pero es imposible afirmar eso a la vez que se niega que los aumentos del gasto y las bajadas de impuestos temporales crearían empleo. ¿Por qué no estamos ayudando a los parados? No es porque no podamos permitírnoslo. Gastar más para crear empleo mejoraría nuestra situación fiscal a largo plazo. Pero la difícil situación de los parados no ocupa un lugar predominante en los pensamientos de la gente influyente y, por supuesto, los desempleados no contratan grupos de presión ni hacen grandes contribuciones a las campañas electorales. Así que la crisis del paro se prolonga más y más, a pesar de que tenemos tanto los conocimientos como los medios para resolverla. Es una inmensa tragedia, y también es un escándalo.
            Al final no resulta difícil llegar a la conclusión de que, en efecto, es un problema de clases.

Comentario anónimo: Me pregunto cuántos seguidores de este blog se leerán hasta el final párrafos tan largos y difíciles como este de Krugman.

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