sábado, 8 de diciembre de 2012

528. reflexiones y otros disparates del día (8/12/12)


1. La pena de muerte como venganza
La pena de muerte seguirá vigente en California. La abolición de la pena de muerte no alcanzó los votos suficientes (un 47% aunque en 1977 fue tan sólo un 27%) por lo que seguirá vigente como en otros 37 estados norteamericanos. Va en paralelo con la execración de la evolución darwinista en tantas universidades de USA. Nuestro actual gobierno intenta acercarse lo máximo posible, ya que no a esta barbarie, a la cadena perpetua cuando menos.
           Pues no nos queda camino por recorrer en materia de progreso y civilización… Ahí tienen en Hungría la propuesta de listas que identifiquen a los judíos, “por el peligro que suponen,…”; o el nombramiento del retrógrado homófobo maltés Tonio Borg como responsable de la Sanidad al máximo nivel europeo; o el ideario reaccionario creacionista de los republicanos en EE.UU.; o simplemente más cerca las mentiras y actuaciones del gobierno español en ejercicio…
           En la entrada 448.2 del 18/9 escribimos: "La ley del Talión, ‘ojo por ojo diente por diente’, se interpreta erróneamente como una ley salvaje cuando en realidad, al ser la primera ley penal, constituía un avance social: limitaba la venganza a un ojo por ojo, uno solo, no dos ni tres ni cuatro, como ocurría antes de esa Ley. Así que la regulación de la justicia (penal) comenzó con la limitación de la venganza. Con el tiempo las sociedades se civilizaron y abolieron la prisión por deudas, los trabajos forzados, la pena de muerte... Con razón, las regiones donde sigue vigente la pena de muerte (no digamos ya la lapidación) se consideran salvajes por su atrocidad. A finales del siglo XIX la antropología y sociología denunciaron que las cárceles estuvieran ocupadas sólo por personas de baja extracción social, que los delincuentes eran en gran parte víctimas de una marginación cultural, familiar y afectiva, y que las cárceles, en lugar de centros de regeneración, lo eran de perversión. Y con esta visión general y acertada se legisló para que los presos, aparte de castigados, fueran reinsertados; para que por buen comportamiento se beneficiaran de reducciones de penas, y para que, sobreponiendo la justicia a la venganza, las penas tuvieran un límite de tiempo (en España, 30 años).”
           Denunciada que fue, ya en 1764, por el marqués de Beccaria en Milán, la pena de muerte, que fue derogada por primera vez en la Toscana en 1786, todavía sigue vigente en California.
2. Incumplimientos y falsedades
Tanto en la política como en la vida común, y sobre todo en el comercio y en la economía, nada podría hacerse sin la “buena fe” (la confianza mutua, no decepcionada). Por eso se da por supuesta. Los mendaces y estafadores no tienen cabida en la sociedad civil, y por eso se les expulsa, o se les encarcela, ya que hacen un daño que puede llegar a ser irreversible al socavar los cimientos de la buena fe en que se basa la convivencia. Pero cuando los estafadores y mendaces están en la cúpula, social o política, como vemos todos los días que ocurre, no nos dejan otra alternativa que echarles de sus puestos a patadas, con cajas destempladas. O al exilio. O mejor a la calle, pero por la ventana. Su solo recuerdo nos contaminaría.
            Que no es economía, estúpido, que es ideología. Pan para (Raj)oy y hambre para mañana.
          Más las ocurrencias. Aquí van un par de ellas. La Secretaria de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, explica el éxodo al extranjero de miles de estudiantes preparados que dicen ir a buscar trabajo cuando lo que les empuja a emigrar es realmente “la aventura”. Y sigue de Secretaria. O este otro. Un matrimonio septuagenario se suicida en Granada, “para evitar ser una carga” a sus hijos. Y va la alcaldesa de Casanueva a convencer a la gente del pueblo para que los mayores no se sientan una carga, porque “los hijos adquieren con ellos un compromiso en el momento de su nacimiento”. Y así espera que los mayores no se sientan una carga. Y sigue de alcaldesa.
3. "Oh, qué buen vasallo....
… si oviese buen señor”, lamenta el cantar del Mío Cid. Y es lo que se nos ocurre cuando vemos cada día esas mareas cívicas, la negra de los funcionarios, la blanca de los sanitarios, la verde de los de educación, la roja de los descapacitados, la azul de los mineros…, y los jueces que explotan contra las nuevas tasas judiciales y los desahucios al amparo de la vigente ley hipotecaria, llamando todos al pueblo a rebato, y si hace falta a la desobediencia civil. Tanta buena gente y cuán mal el señor al que servimos, qué pena y desperdicio. Saldremos de la crissssissss, claro, no hay mal que cien años dure, pero no será por ellos, sino a pesar de ellos, porque “ellos”, de salvarnos nada. Asfixiarnos es lo que llevan intentando, hay quienes ya han empezado a suicidarse, desde que hace ya un año llegaron al poder.

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